Tratando de retomar el control

En los últimos meses he iniciado una serie de cambios en la manera en que interactúo con la tecnología. Algunos ha sido pensados desde la soberanía digital, otros desde la privacidad y unos más buscando reducir la ansiedad de estar siempre conectado. Les comparto ahora estos últimos.

He dejado mi reloj inteligente de Apple luego de muchos años y ahora tengo un Casio que, si bien calcula los pasos que doy y se conecta por bluetooth, es lo único que hace. No tiene apps y, lo mejor, no tiene notificaciones. Y además de. eres súper cool y retro, la batería dura dos años.

Me doy cuenta que fue una buena decisión cada vez que me sorprendo a mí mismo levantando la muñeca para ver la pantalla de manera automática, a pesar de saber la hora, buscando alguna notificación que no encontraré. La memoria muscular de una adicción.

He desactivado también en el móvil todas las notificaciones, excepto las de la familia, y ahora busco yo el momento del día para revisar correos y mensajes. Es liberador darse cuenta que, en realidad, nada es urgente y puede esperar.

He dejado de leer los comentarios de los pocos vídeos que veo en internet, porque ya me queda claro que aquellos que veo son los que el algoritmo sabe que causarán en mi una mayor reacción. Y la causaban, pero no necesito eso. Además que lo más probable es que fueran bots después de todo.

Finalmente yo he regresado a ser mi propio editor del contenido que leo gracias a RSS. No se tiene que buscar muy a fondo para encontrar un feed de cualquier cosa que uno quiera seguir o le interese. Pero siempre a mi ritmo.