Basta con lo cinematográfico
Hace unos días asisti a una exposición audiovisual muy interesante sobre el Valle del Cauca en Colombia, donde quedé impresionado por la historia que los artistas contaban desde diversos ángulos: religioso, mítico, dramático, cultural. En una serie de documentales que reflejaban la Semana Santa, las tradiciones milenarias de los nativos, la vida de los ex-guerrilleros buscando integrarse nuevamente en la sociedad y hasta una muestra gastronómica, los artistas nos llevaban a un recorrido por una zona que usualmente solo se asocia a la violencia y el narcotráfico, pero que tiene mucho, mucho mas que contar.
Quedé maravillado, si, pero algo evitó que fuera perfecto, y es una tendencia que veo ahora en todos lados. Culpo al iPhone por inventar el modo retrato, puede ser que también a los youtubers modernos… incluso tal vez deba culpar a Instagram, el original, con sus filtros. Me refiero al abuso del “estilo cinematográfico”, que es en sí algo que no existe realmente, pero es el nombre por el que se le conoce hoy en día.
Fotografias con el contraste al máximo del dramatismo. Enfoques con una apertura tan grande buscando el “bokeh” que incluso el ojo izquierdo de la persona entrevistada estaba borroso mientras el derecho se veía bien. Tomas cercanas mostrando los gestos de los protagonistas. Cortes estilo “jump cut” como en la mejor época de Ze Frank en YouTube.
El resultado, lamentablemente, era que en esos momentos en los que el paisaje majestuoso debía ser protagonista, al estilo de las pelóculas Lord of the Rings o los westerns americanos, este se veía borroso… si es que se veía. Encuandres en los que debíamos ver la magnitud de la procesión de Semana Santa nos mostraban solamente a una saumeadora protagonista con un fondo de colores difuminados en los que se nos pedía imaginar que se encontraba un paso decorado.
No me malinterpreten, estos estilos tienen su espacio, pero no pueden ser abusados. Como aquellas presentaciones de Power Point de los 90s llenas de animaciones voladoras y tipos de letra aleatorios cual nota de rescate en un secuestro, el que se pueda hacer algo no quiere decir que se deba hacer.
Por favor dejemos de perseguir ese estilo cinematográfico. No es la marca de una buena fotografía.